el párroco, presbítero Iván Jaimes, quien junto con algunos feligreses fue golpeado y atado.
Afortunadamente, según Monseñor Mario Moronta, no sufrieron heridas. Los asaltantes buscaban "oro y joyas", dijo el obispo.
“Al decirles el sacerdote que no había, se llevaron el dinero que tenía la parroquia. Ya se ha colocado la denuncia ante los organismos correspondientes”, destacó Moronta.
“Gracias a Dios no hubo mayores consecuencias. En vista de ello, el mismo sacerdote sugiere tener los ojos abiertos y estar atentos pues le informaron en la policía que había bandas dedicadas a este tipo de actos delincuenciales en casas particulares, Pueden pensar que en las casas parroquiales hay oro, joyas”, repuso Monseñor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario