Ya es costumbre en el país que los precios de los productos de la cesta básica se disparen sin control gubernamental y hoy día, con mayor inclemencia por la subida diaria de los dólares: paralelo y oficial.
Es
así como desde hace meses muchas son las empresas, supermercados, abastos e
incluso bodegas no marcan los precios de los productos como exige la ley
–encargados dicen para no perder la impresión del papel-, sino que mantienen
sus celulares cargados y con datos para estar revisando las páginas con información
de los montos de los dólares y así dar precios al cliente en bolívares, quien
en toda esta cadena es el más afectado.
La
práctica de marcar los precios en pesos o dólares que en otrora lo hacía sólo
el comercio informal con productos de la cesta básica, ya es común y legal en
todos los lugares, “sale mejor pagar en pesos” dicen unos, mientras quienes
viven de un salario mínimo, pensión o sueldo estatal, se molestan cuando les
exigen “sólo pago en pesos”.
Incluso
hay negocios que más allá del perfil del vendedor, los dueños de los negocios
se enfocan en saber si el aspirante tiene celular inteligente para que pueda
consultar lo “cambiante de los precios”.
Vecinos
afirman que: es lamentable que en todo este entramado económico que vive la
nación, donde “unos culpan a los otros” mientras tanto el perjudicado sigue
siendo el pueblo, que cada día ve más afectado su radio de acción para adquirir
productos y servicios, así es que muchos optan por comprar en caliente en
cuanto “cae la quincena”, porque en un abrir y cerrar un navegador de internet
lo más seguro es que le alcance para menos.
Texto
y fotos: Johan Osorio / CNP 15591.
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