En emergencia, se han declarado los vecinos de Barrio Obrero, San Carlos, Plaza Garbiras, Iglesia San José y Plaza Las Palomas, con la presencia de delincuentes que se “soltaron el moño” ante la ausencia de vigilancia policial.
Con
la excusa de la cuarentena, los choros andan con la boca tapada, no para
protegerse del Covid-19 sino para evitar que los reconozcan y atracan a plena
luz del día a bordo de sus motos y amenazando con sus armas de fuego.
Desde
las 5:30 a 7:00 de la mañana, empieza la faena delincuencial contra quienes
tienen que ir a trabajar, al salir de sus hogares son abordados por esta banda
de malandrines, que actúan a sus anchas porque saben que, un policía por el
sector ni para remedio.
La
gráfica suministrada por vecinos, demuestra cómo son robados, pacientes de una
reconocida clínica del sector, mientras esperan que, abran para las consultas,
son “atendidos” primero por los zagaletones que deben estar en cuarentena en el
CPO.
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