Ex diputado, fue gobernador del Táchira, por ocho días, dirigente genuino, adeco insigne, ahora en las filas de Voluntad Popular, fue presidente de la extinta Asamblea Legislativa, conocido en los barrios por su originalidad: Rubén Darío Coirán, fue víctima la madrugada de este martes, del mortal Covid-19.
La
noticia se regó como pólvora y como tal, se recibió: Murió Coirán…fue una
verdadera explosión en el mundo político regional, pues a Coirán en sus buenos
tiempos de parlamentario, se le conoció como un hombre dado a la gente,
trabajaba por el pueblo con el mismo cariño que demostraba por su Táchira
querido.
Actualmente,
era funcionario de la alcaldía del municipio San Cristóbal en el cargo que
quizás le faltaba desempeñar, el de la atención a las comunidades, su oficina,
era a puerta abiertas, siempre estuvo convencido de que en Venezuela hacía
falta más trabajo de unidad para lograr los objetivos. Hoy decidió por órdenes
el Todopoderoso, continuar en el cielo esa labor. Paz a su alma y fortaleza a
su familia.
Se le recuerda por muchas cosas: al saludar
siempre de apretón de mano, llamaba a todo mundo por su nombre. No sé porque
carajo, a este servidor siempre nos dijo: Don Augusto…
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