Conoce toda la información Política del acontecer tachirense.                  Primicia al instante.                       Apago mi teléfono y a mi no me llamen.

Suscribete a nuestro Blog Informativo

Buscar este blog

domingo, 22 de noviembre de 2020

DERECHO A REPLICA ANTE DECLARACIONES DEL ABOGADO FREDDY CONTRERAS

 Agradezco al periodista AUGUSTO MEDINA me permita ejercer el derecho a réplica ante declaraciones tergiversadas del Abogado (EN EJERCICIO) Freddy Contreras. No tengo ningún reparo en corregir lo que hay corregir, y así lo he hecho cuando ha sido necesario. Pero en esta oportunidad debo puntualizar algunas cosas.

 

1. Me acusa de “islamofobia”. ¡Cómo se ve que no ha leído ni entendido lo que yo escribí! En declaraciones a periodistas reafirmé que no podía, por razón de mis convicciones, ir en contra del Islam como religión. Y en ningún momento ataqué a la religión del Islam, que encierra grandes valores espirituales y humanísticos. Le hago responsable a él de las consecuencias que pueda sufrir por esa falsa acusación de “islamofobia” sin sustento serio.  Una persona inteligente saber escuchar, leer e interpretar en términos de veracidad lo que otra persona señala.

 

2. Al hablar de la presencia de iraníes y de los intereses de su gobierno, hice referencia a un problema de carácter geopolítico, al cual él ni hace mención ni parece entender o darse por entendido. Además los hechos hablan por sí solos.

 

Ojalá, demuestre que yo estoy instigando el odio hacia el islamismo… porque no existe esa actitud de mi parte. Sin embargo, su descalificación hacia mi persona sí está provocando odio y consecuencias, de las que lo hago responsable.

 

3. No desconozco la Constitución de la República Bolivariana Venezolana. Y aunque no soy un experto en derecho, le puedo garantizar que nunca he ido contra ella, ni tampoco me he valido de ella para realizar actos contrarios a lo que es su centro y motor, es decir la dignidad y centralidad de la persona humana. Sí, con todo el derecho que poseo como ciudadano venezolano, he tenido que denunciar de variadas maneras todo aquello que sea un desacato a la Constitución, burlarse de ella o romper con ella misma. No sé si él lo ha hecho, espero que sí: pero en este país, actualmente, no pocos han olvidado la Constitución y han actuado o al margen o prescindiendo de ella. Personalmente he elevado de muchos modos protestas y denuncias cuando se ha atacado la Constitución venezolana.

 

4. No sé por qué dice que mi respuesta es politizada y al margen de la Constitución. Dígame los artículos que he roto. No he tenido, como él lo insiste un discurso ni “islamofóbico” ni contrario a la libertad religiosa que profeso y defiendo aquí y en cualquier parte del mundo. Así como los miembros del Islam tienen derechos a ser respetados en nuestro país, así los derechos del cristianismo y de otras religiones deben ser respetados en los países o naciones con mayoría de seguidores del Islam.

 

5. Se suele decir que la “ignorancia es atrevida y arrogante y la puerta de la estulticia”. ¿Acaso no es ignorancia decir “no olvidemos que la Iglesia católica es un Estado de la comunidad Internacional”? Una persona que ha estudiado derecho y es profesor del mismo en una Universidad no puede ignorar que la Iglesia es el conjunto de miembros cristianos asociados en ella, con las características de comunión, servicio y misión. La Iglesia tiene cuatro notas distintivas: UNA, SANTA, CATOLICA Y APOSTOLICA. Por más de veinte siglos así se ha presentado y así ha sido considerada.

6. Una cosa es el Estado de la Ciudad del Vaticano, que tiene reconocimiento de carácter internacional y que es también guiado por el Papa, como Pastor Supremo de la Iglesia. Tiene sus leyes propias y puede establecer acuerdos, convenios y concordatos que regulen las relaciones entre la Iglesia en el ejercicio de su misión evangelizadora y los diversos Estados. Es completamente cierto que en 1964, se firmó, de común acuerdo entre Venezuela y la Iglesia, siguiendo lo antes dicho, “la Ley Convenio que rigen las relaciones entre el Estado Venezolano y la Iglesia en Venezuela”.

 

7. Afirma que mi opinión es “politizada”. ¡Qué cosa! Ninguna ley venezolana, como sí sucede en otros países, priva a los ministros de la Iglesia (y de otros cultos) de su ciudadanía y sus derechos ciudadanos, sociales, políticos, humanos, etc. Ahora bien, una cosa es “lo político” y otra “lo partidista”. Como ciudadano tengo el derecho a expresar mis opiniones libremente. Yo no lo he hecho con ninguna mentalidad “servilista” hacia una parcialidad político partidista. Lo he hecho, y lo seguiré haciendo, desde mi pertenencia al pueblo de Venezuela, al cual dedico lo mejor de mi persona; ciertamente desde mi ministerio episcopal, del cual tampoco me avergüenzo. Yo no estoy al servicio de ninguna parcialidad política. No sabía que defender la soberanía del pueblo, defender los derechos de los más desposeídos y estar caminando junto a la gente era algo que aparentemente colide con el cumplimiento de la Constitución… sería bueno que demuestre dónde está explicitado que realizar esto es hacer política, sobre todo de carácter partidista.

 

8. Por último, creo que sería bueno que pudiera repasar tanto la historia del derecho como el contenido de la Ley de Patronato. Es manifestación de crasa ignorancia afirmar que “hay que señalarlo de añorar el Patronato con el cual la Iglesia católica, se inmiscuía en asuntos que  son de competencia exclusiva del Estado”.

 

a)      En primer lugar no añoro esa Ley ni esa institución, para nada del mundo.

 

b)     Ella fue puesta al margen luego de la firma de la “Ley Acuerdo del 1964”.

 

c)      En tercer lugar, esa Ley e institución no era para que la Iglesia se metiera o inmiscuyera en los asuntos propios del Estado. Al contrario, era la Ley, muy presente en la Colonia, con la cual era la autoridad civil la que se inmiscuía en los asuntos internos de la Iglesia y, a la vez, le quitaba la autonomía propia de la Iglesia en algunos campos como la designación de los Obispos y otros asuntos.

 

No voy a entrar en una discusión “ad infinitum” pero he considerado que estoy en el deber moral de ejercer el derecho a réplica, lo cual agradezco al amigo AUGUSTO MEDINA. Espero que las ideas expresadas hayan quedados claras y puedan ser consideradas por quien emitió su opinión, con pleno derecho, pero con falta de veracidad. Podemos dialogar sobre este y otros temas, pero con una premisa que considero importante, por las consecuencias que lamentablemente pueda tener el haberme calificado de “islamofobo”: para dialogar, debe retirar esa falsa acusación, porque ni lo soy ni lo he sido. Sí he advertido sobre cosas que tienen que ver con el ajedrez geopolítico al que hemos venido siendo sometidos los venezolanos desde muchísimos años.

 

MARIO MORONTA R., OBISPO DE SAN CRISTOBAL.

20 de noviembre 2020.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Anúnciate con nosotros!