A consecuencia de la emergencia provocada por el desbordamiento del río Carapo en varias comunidades de la población de Rubio, municipio Junín, producto de las torrenciales lluvias caídas en las últimas horas en la entidad, la gobernación del Táchira a través del gabinete de infraestructura brindó atención inmediata a las familias afectadas.
La mandataria regional Laidy Gómez ofreció un balance desde
la comunidad de La Palmita, señalando que se estiman más de 25 familias damnificadas,
varias viviendas totalmente arrasadas por la fuerza del agua además de niños y
adultos mayores a la intemperie, es decir, “en completo estado de indefensión,
pues perdieron sus hogares y todos sus enseres”.
Existe – señaló – cierta resistencia a trasladarse a los
refugios ya que no hay garantía de servicios sanitarios ni tampoco de
alimentación.
“En vista de esta situación la misma comunidad ha
implementado los refugios solidarios, pero se necesita la cooperación
internacional para habilitarlos de manera eficiente y las personas afectadas
puedan recibir atención cómodamente”, manifestó Gómez.
Necesitamos- continuó – colchonetas, alimentos, cobijas,
agua potable, pastillas potabilizadoras, medicamentos para tratar las posibles
enfermedades que se generen en los niños de la zona por la falta del vital
líquido, entre otros insumos.
“Es urgente que el personal de Corpoelec restablezca el
servicio de energía eléctrica a la brevedad posible en Las Palmitas y demás
sectores afectados, así como también sea restituido el suministro de agua
potable por parte de Hidrosuroeste”, indicó la gobernadora.
Hago un llamado -agregó- a las autoridades competentes para
que se incrementen las medidas de seguridad en las diferentes zonas, para
evitar que la delincuencia siga haciendo de las suyas en perjuicio de quienes
perdieron sus viviendas en esta tragedia.
Ayuda internacional
De igual manera, Laidy Gómez solicitó en nombre de las comunidades de La Palmita, El Rosal, El Cañaveral, El Cafetal entre otras, la ayuda de los organismos internacionales para poder atender la emergencia en el municipio Junín.
Esta terrible situación generada por el desbordamiento del
río Carapo –enfatizó- contabiliza alrededor de 100 familias damnificadas,
cuantiosos daños materiales y varios fallecidos y desaparecidos.
“Tenemos más de 5 meses sin recibir recursos públicos, por
lo tanto, no contamos con el dinero que se requiere para poder dar respuesta
inmediata a los afectados, es por eso que le pedimos a la UNICEF, ACNUR, al
Consejo Noruego, a la Cruz Roja Internacional y a la ONU que nos ayuden con
insumos para estas familias”, puntualizó la mandataria tachirense.
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