Los maestros en Venezuela se encuentran en total vulnerabilidad frente a la pandemia por COVID-19 y ante cualquier otro padecimiento de salud, debido a que no cuentan con la protección que el Estado debería brindarles.
Miembros del Observatorio de Educación de FundaRedes
denunciaron la precariedad del servicio de salud y la ausencia total de
seguridad social integral, así como la destrucción del Instituto de Previsión y
Asistencia Social del Ministerio de Educación (IPASME) en medio de la
emergencia humanitaria compleja que tiene a los trabajadores con salarios de
menos de 4 dólares mensuales.
Ante las instalaciones del IPASME, la coordinadora del
Observatorio y presidenta del Colegio de Licenciados en el Táchira, Gladys
Chacón, junto a otros docentes, alertó sobre las deficiencias en la prestación
de este instituto, el cual fue creado con el fin de lograr un sistema de
atención médica primaria al personal del sector educativo, que en estos momentos
no cumple con las funciones para las cuales fue creado.
Chacón recordó que: “a los educadores nos descuentan el 4%
del salario de acuerdo a la categoría de cada uno como aporte al IPAS ME para
su funcionamiento, sin embargo, se refleja que nuestro derecho a la salud y la
seguridad social ha sido vulnerado, aunque es poco, hoy no sabemos a dónde va
ese dinero”.
Detalló la docente que debido a la decadencia del servicio
de salud la institución dejó de prestar asistencia médica con todas sus
especialidades, además dejó de otorgar créditos hipotecarios o personales,
ayudas socioeconómicas, es decir, se perdió la capacidad de respuesta y
atención a sus afiliados.
Esta denuncia hecha por los docentes fue presentada de
manera formal ante la Defensoría del Pueblo en San Cristóbal, con asesoría
jurídica de FundaRedes. (Prensa FundaRedes)
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