El 7 de noviembre de 2017, la Asamblea Nacional Constituyente, promulgó la Ley Contra el Odio. El constituyente, sabiamente resaltó y proscribió el Odio, peligroso morbo social que aqueja a la humanidad, desde la remota antigüedad de la naciones del mundo.
Al odio se apela, ante la diatriba y debate que fracasa y se subordina a posiciones extremas e irracionales, ante la posición crítica de acciones de gobierno, o simplemente de posiciones ideológicas divergentes.
Del odio a la violencia no hay más que un paso.
Maduro es abanderado de una nación que proclama en el Artículo Primero de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que uno de los valores patrimoniales del pueblo venezolano es la paz.
La Ley Contra el Odio, fué promulgada por el poder constituyente en un momento aciago de violencia generada por partidos de ideología fascista, que colocaron al pueblo venezolano al borde del horror de la guerra civil.
¿Qué motiva al presidente Maduro a incitar el odio y la violencia contra los comunistas y quiénes tenemos el marxismo-leninismo, como filosofía de vida?
La soberbia e intolerancia, es mala consejera...lo más grave, usar el máximo poder público, no solo para rechazar sino estimular el odio, incitar la persecusión de ideas en el seno del PSUV, como fue expresado en el discurso presidencial, ante un pleno nacional de dirigentes de esa organización política, indica que ya se instaló en la Venezuela Bolivariana, el morbo del fascismo, como magistralmente lo registró para la posteridad el director de cine sueco Igmar Bergman, en su film "El Huevo y la Serpiente", ambientado a manera de reportaje en los años 1920 y la persecusión de comunistas y judíos por la Alemania nazi.
Maduro, inaugura el año 2021 con un lenguaje escatológico, "izquierda trasnochada", "habladores de gamelote", "mencheviques", entre otros, epítetos para rechazar la crítica formulada por Miles de venezolanos, de rectificar las políticas económicas neoliberales, dando marcha atrás al diseño y ejecución del plan del bolívar de oro, desarrollado por el Comandante Chávez en el año 2010, para desligar del dólar genocida el sistema monetario, plasmado el el Artículo 318 Constitucional.
Contra política dañina que ha destruido el valor de intercambio del bolívar y empobrecido al pueblo venezolano.
A la crítica constructiva, altos personeros del gobierno, han tomado el atajo del odio para estigmatizar el vocablo "RECTIFICA MADURO", que ha expuesto en carteles de propaganda la Alianza Popular Revolucionaria APR.
Grave la intervención agresiva, irrespetuosa e insolente, en voz del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez Gómez, al pretender asociar sin pruebas, la presunta orientación del despreciable genocida estadounidense Elliot Abrams al Partido Comunista de Venezuela, vinculando la palabra RECTIFICACIÓN, a un significado de "traición a la patria".
Me niego a creer que la Revolución Bolivariana, contenga en su paradigma político, el "monolitismo" y "pensamiento único" , con su deriva autoritaria que precipitaron el derrumbe de la Unión Soviética (a propósito del epíteto "mencheviques" mal empleado por el presidente Maduro)
Exijo un retracto público al ciudadano Nicolás Maduro y me reservo las acciones previstas en las leyes venezolanas que me garantizan una vida digna y moral pública en mi patria VENEZUELA.
-Feijoo Colomine
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