El nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), se ha tomado el tema de las elecciones regionales y municipales en serio. La canalización de los acuerdos se ha venido generando desde el diálogo, implicando que la Política es fundamental para convenir en la diversidad con la diferencia. Los planteamientos de los radicales esquizofrénicos comienzan a su vez a recibir el rechazo de quienes les venían apoyando. Se materializa con ello, que aún en la desventaja, es fundamental luchar aferrados a la normativa legal, para alcanzar el equilibrio y el respeto.
Los desesperados y atorrantes mercantilistas de la política
(de ambos lados), ven que sus intereses mezquinos se derrumban con los acuerdos
de ir a la selección de los representantes de los ciudadanos en las
gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos y concejos municipales, en las
urnas electorales, y colapsan de inmediato. Se les agota el discurso disociador
y se lamen las pesuñas de los dedos de los pies, buscando trochas nuevas para
seguir mamando con la bandera de la abstención. Aburren en su incapacidad, y se
transforman en tóxicos desequilibrados.
Los anuncios de algunos de los trogloditas del llamado G4
abstencionista, de querer entrar en el diálogo, llama la atención, y se
concluye que no es por reconocimiento de los errores cometidos, es por la
soledad que comienzan a sentir en sus lugares de confort. La base social les ha
movido el piso, y ellos pasaron a ser dirigentes, sin dirigidos. Aun así,
pretenden hacerse ver como los grandes del juego, y no llegan a porteros del
edificio. Pero bienvenidos sean, para que aprendan del fervor de la lucha por
el restablecimiento del sistema de libertades, bajo las banderas de la
organización de los ciudadanos, en el entendido que las cosas se hacen sin
prisa, pero sin pausa.
Corresponde a las organizaciones político-partidistas y
sociedad en general, desarrollar actividades con base a la acción táctica y
planificación de estrategias coherentes, diseñadas para alcanzar el propósito
de la reivindicación de la libertad y democracia plural, a través del voto.
Ello implica tener presente el calendario electoral emanado del CNE, y asistir
a las personas con la información correspondiente en cada uno de los eventos
pautados. Desde la actualización y registro de datos; selección de juntas
regionales, municipales y miembros de mesa; postulación de candidatos;
sustitución de los mismos; simulacro y ferias electorales; auditorías al
sistema automatizado por expertos nacionales e internacionales, hasta la
campaña electoral, revisten todas, sin excepción, vital importancia para poner
a tono la defensa del voto el día de las elecciones.
La participación ciudadana en la mega elección del 21 de
noviembre del 2021, es fundamental para restituir la sana convivencia política
del país. El sistema de libertades depende de eso. Basta de engaños, en
dictadura las condiciones para la asistencia de las personas en eventos
electorales, no caen de la nada, hay que conquistarlas, pero, aun así, la
salida es por la vía electoral.
Arturo Molina
@jarturoms1
www.jarturomolina.blogspot.com
jarturomolina@gmail.com
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