Para el ex alcalde de Michelena, dirigente regional de Copei, "desde hace más de una década los venezolanos pero especialmente los tachirenses, sufren las consecuencias de tener cerrada la frontera con Colombia por el puente internacional Simón Bolívar, casi que un delito de lesa humanidad se ha convertido la prohibición del paso luego de que el hermano país abriera su frontera".
Afirma que desde que el Gobierno colombiano autorizó el paso
humanitario entre San Antonio y Villa del Rosario, "los que dicen llamarse
gobernantes en Venezuela, bloquearon el tránsito peatonal, levantando un muro
con dos vehículos de la Fuerzas Armadas, esas mismas que deberían estar a favor
de nuestro pueblo".
Comenta el hijo de Michelena, que el paso había servido de
forma humanitaria durante la pandemia para pacientes oncológicos y adultos
mayores quienes van a consultas y hacerse tratamientos médicos, a madres con
bebés en brazos que necesitan vacunas gratis y que en Venezuela se consiguen en
dólares; a aquellos colombianos que viven en nuestro país desde hace décadas y
que pueden vacunar a su país.
"Pero ahora no es así, por ese bloqueo que Venezuela
propinó en plena aduana, donde ahora se hacen largas filas de personas que en
su gran mayoría son adultos mayores con cormobilidades o madres con bebés en
brazos, es totalmente injusto que nuestra gente siga siendo reprimida de esa
forma, sigan vulnerando sus derechos humanos, porque aunque sea por humanidad
no debería quitarle la platica a la gente para poder pasar a hacer algo que en
este país no le pueden ofrecer aún cuando nuestra Constitución dice que es un
derecho fundamental para nuestros ciudadanos la salud", detalla Andrade.
"Y es que sí es una verdadera tragedia económica la que
se tiene que vivir en el camino, inicialmente para llegar a San Antonio hay
que pasar unas siete alcabalas donde
mínimo le sacan 5 mil pesos a cada pasajero, aparte de eso, el pasaje no se
baja de 50mil pesos, tienen que llegar
hacer largas filas a ver si no pasan por trochas, porque quienes lo hacen para
no perder sus citas médicas arriesgan su vida y pagan para cruzar por una
trocha, se llenan de barro a veces hasta las rodillas aquellos días lluviosos y
eso si no es que está crecido el río, donde ya han perdido la vida varias
personas".
Finaliza Andrade poniendo en el tapete los siguientes
cuestamientos "hasta dónde van a seguir acorralando a los tachirenses,
cuánto tiempo más le va a durar al régimen y sus secuaces el negocio de las
trochas, hasta cuándo va a seguir esa anarquía fraudulenta. No jueguen más con
la necesidad de nuestra gente“ .
Por MBA/CNP-17.567
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