En el ámbito público nacional, la noción de sociedad civil es considerada como un término ambiguo, con un contenido etéreo, vale decir, intangible y tal vez, concebido según los intereses u óptica que se tenga de la sociedad. En todo caso, la conformación de una sociedad civil, exige dosis enormes de responsabilidad en las organizaciones cívicas y sociales que las representan, no para buscar el poder del Estado, sino para obtener beneficios para sus afiliados.
Las organizaciones intermedias que conforman la sociedad
civil, le dan movimiento funcional a la misma, tanto en lo público como en lo
privado a través de ciudadanos que de manera colectiva o individual actúan para
tomar decisiones, no sólo dentro de la esfera de sus intereses, sino también en
el ámbito público, sin que por ello, se puedan considerar como un partido
político, dadas las sustanciales diferencias que tiene la sociedad civil en
relación a estos últimos, no sólo en cuanto a su constitución, funcionamiento o
propósitos, sino también respecto de los intereses que tutelan.
Al respecto, recientemente se ha visto cómo distintos grupos
y sectores de la sociedad civil venezolana y regional, han venido incursionando
en el área política con el objeto de procurar encontrar el bien común para sus
afiliados unos y otros buscando al restablecimiento de los valores democráticos
que deben ser garantizados por el Estado, pero que en la actualidad no lo hace
y sin que por ello, las instituciones de la sociedad civil se desnaturalicen
como organizaciones representativas de la sociedad.
Prueba fehaciente de lo opinado en el anterior párrafo, lo
constituye el hecho político que se desarrolla y protagoniza en nuestra entidad
federal en dónde un grupo de personas representativas y respetables del estado,
procedentes de distintos sectores de la sociedad civil, se constituyeron como
" Comisión de Garantes" esto es, en árbitros ciudadanos con la
aprobación de más de una veintena de partidos políticos, para organizar,
ejecutar, controlar y evaluar un proceso democrático de elecciones primarias
entre pre candidatos a la gobernación y a las distintas alcaldías del estado
Táchira, sin importarles los rancios prejuicios que aún circulan contra la
democracia electoral.
Y es que la sociedad civil es en definitiva una esfera
plural y organizada de la vida social, en la que actores, como los integrantes
de la comisión de garantes expresan su interés de servir al noble ideal de
procurar la mayor unidad posible dentro de la alianza democrática regional y de
los distintos sectores democráticos que aún no terminan de articularse, para
seguir enfrentando al actual régimen, porque en definitiva la sociedad civil no
es un ente opuesto a los partidos políticos, si no distinto y algunas veces
complementario a los mismos como se ha visto en el presente caso, qué busca
influir en ellos, para obtener cambios beneficiosos, pues tiene una clara
corresponsabilidad en la consecución de los fines del Estado.
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