A diario pasar por diversas calles y carreras del centro de la capital tachirense es esquivar basura y escombros que allí se consiguen por doquier. Malos olores, roedores, insectos y hasta zamuros se logran apreciar.
La situación se complica más para los residentes o quienes
trabajan por esas zonas, pues deben lidiar con la “putrefacción”, alimañas y
hasta indigentes que aprovechan “el desorden” para buscar lo suyo.
En esta oportunidad
el equipo de Las Primicias visitó la carrera 10 entre las calles 3 y 6, la
misma que pasa por un costado de la Plaza Sucre y el Palacio de Leones, donde
reside el parlamento regional, pues ahí siempre hay basura que “adornan” el
sector.
Se conversó con vecinos y trabajadores del lugar (quienes
prefirieron el anonimato), para saber lo que sucede en la zona y todos dijeron
que son los habitantes de carreras adyacentes quienes arrojan la basura.
Dicen que los camiones recolectores pasan cada tres o cinco
días, recogen y limpian todo, pero minutos más tarde se “acercan personas de
los edificios o por ahí, a dejarnos el mugrero a nosotros”, dijo un empleado
público.
Otro expresó que ha
visto pasar vehículos que no son del sector, abren la puerta y arrojan las
bolsas a la calle. A los afectados les preocupa que no solo es un foco de
infección, sino que afea una zona concurrida e histórica, pues cerca está: el
Palacio legislativo, Gobernación del Táchira, Tribunales civiles y militares,
plaza Sucre, escuela de música, entre diversos comercios.
Entretanto los vecinos de este sector buscan la manera de
lidiar con este mal, incluso han denunciado a irresponsables ante las autoridades,
pero nada ha ocurrido.
Lo lamentable del caso es que hay personas que solo piensan
en su bienestar, de la puerta de su casa pa´ dentro y no en los demás, esa
mentalidad pobre, limitada y sucia de quienes no quieren cumplir normas de
convivencia, que sus malas acciones perjudican a los demás, esas a las que
sería bueno les “cayera la ley”.
Texto y fotos: Johan Osorio / CNP 15591.
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