Al finalizar el 2020 Javier Tarazona, director general de FundaRedes, ofreció un balance del trabajo de documentación desarrollado por la red de defensores y activistas, a través del Observatorio en seis estados fronterizos de Venezuela, y del informe Curva de la Violencia, que dan cuenta de una normalización de la violencia en el país que alcanzó niveles muy elevados a pesar de las restricciones de movilidad, donde el estado Zulia cierra como el de mayor criminalidad en frontera.
Tarazona dijo que el año 2020 marca un precedente nefasto en materia de derechos humanos en Venezuela, cuando se agudizó la emergencia humanitaria compleja con la pandemia, que fue el escenario propicio para acentuar las vulneraciones y atropellos cometidos por quienes ostentan el poder en el país, en medio de un contexto opresivo que les permitió actuar de manera más sádica y arremeter contra los ciudadanos desprotegidos y confinados.
El director general de FundaRedes ofreció un balance general del informe Curva de la Violencia, el cual registra homicidios, secuestros o desapariciones y enfrentamientos armados en los estados Táchira, Zulia, Bolívar, Apure, Falcón y Amazonas, entre los cuales el Zulia se ubica como el más violento, con un aumento de 215% en materia de homicidios con respecto al 2019, al registrar más de 600 homicidios al corte del 30 de diciembre, cuando aún no ha cerrado el año.
En el caso de las desapariciones o secuestros la Curva de la Violencia documentó al menos 198 desapariciones en el transcurso de 2020 en los seis estados fronterizos, de los cuales 68 fueron en Táchira, 53 en Bolívar, 45 en Falcón, 18 en Zulia, y 14 en Apure.
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