A propósito de las últimas declaraciones del jefe de la política exterior rusa sobre que no descarta un despliegue militar de Rusia en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos por la presencia de tropas rusas en la frontera con Ucrania, supone un escenario de tensión geopolítica que pudiera escalar acrecentando la presión para nuestro pueblo que ya no aguanta más el drama en el que nos ha puesto el devenir de los intereses de las potencias mundiales. El contexto de pulso bélico en la "diplomacia" de micrófonos y sanaciones entre EEUU y Rusia, pone a nuestra Nación en una situación de zona de "influencia" que contradice nuestra diplomacia de paz.
El gobierno de Venezuela ha declarado en el concierto de las
naciones al territorio nacional como un territorio de paz, las recientes decisiones y declaraciones, de
la actual administración, contradice esta conducta histórica de la política
exterior venezolana. No es positivo para la salud de la República, de por sí ya
muy deteriorada, que los intereses globales nos pongan en un "escenario de
guerra fría en el siglo XXI".
Hacemos un llamado a nuestros amigos del mundo a
pronunciarse en favor de la paz y por la aplicación del principio fundamental
del Derecho Internacional de respeto a la soberanía de los pueblos, la no
injerencia en las asuntos internos de los países y la preservación de la paz y
el derecho a la vida. El drama estructural que vive la Nación venezolana ya es
suficiente como para que los intereses de las potencias nos pongan a jugar una
posición de ficha para la presión de un Estado sobre otro. Los conflictos de
las potencias no deben ser nuestros asuntos. Los acuerdos en materia de defensa
entre nuestro Estado con otros Estados no debe suponer el despliegue militar o
la instalación de bases militares en nuestro territorio porque es una grave
violación a nuestra Constitución y nuestra doctrina de paz internacional.
Convocamos a los organismos multilaterales como el
Movimiento de los No Alineados a pronunciarse en pro de la paz y la integridad
territorial de los Estados. Así mismo, creemos prudente que la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) reafirme la declaración de la
región como territorio de paz y libre de bases militares. Aprovechamos la
ocasión de la reciente elección del Estado de Argentina como presidente
protempore de este organismo multilateral a que se pronuncie en favor de la no
intervención ni proliferación de zonas de influencias en la región y el mundo.
Pedimos al gobierno de los EEUU y a la Unión Europea a que
levanten las sanciones unilaterales impuestas al Estado venezolano que han
causado perdidas al erario público con la confiscación de nuestros activos
internacionales. Del mismo modo, pedimos al gobierno de la Federación Rusa a
que cese en sus pretensiones de usar a nuestra República como ficha de presión
o canje en su juego geopolítico.
Invitamos a los movimientos sociales del mundo que activan
por la paz, a las organizaciones gremiales, intelectuales, políticas, sociales
y culturales a suscribir está declaración popular contra el intervencionismo y
la presión de las potencias que ejercen hegemonía en el contexto global
En respuesta a las declaraciones del ministro de la defensa
Vladimir Padrino, «No asombra ver a la vil vocería de la antipatria hablar de
soberanía nacional después de rogar intervención militar y sanciones contra
Venezuela, cuando Rusia asoma la posibilidad de profundizar las relaciones de
cooperación militar de nuestras naciones, las cuales YA EXISTEN». Decimos que
el pueblo de Venezuela es un pueblo de paz y que esta sufriendo las nefastas
consecuencias de la deriva institucional en la que la irresponsable clase
política ha sumergido a la Nación. Apelamos a la sindéresis, la conciencia, al
amor patrio y al compromiso republicano, para exhortar a *no permitir la
expansión de fuerza militar ni la violación a la soberania
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