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lunes, 6 de junio de 2022

Opinión Los viejos paradigmas y la realidad del Derecho Por abogado Marco Medina

Las repercusiones de la confrontación entre los viejos esquemas del pensamiento y la actualidad posmoderna, surgen de contestar la pregunta sobre qué es la ciencia del derecho, pero ya desde la perspectiva crítica a la dogmática jurídica tradicional y su metodología, apoyada en el positivismo lógico que, a su manera, era la defensa de una sociedad liberal, centrada en el individuo, como individualismo puro que, a su turno, es la base del iusnaturalismo y del consiguiente contractualismo, o sea, de todo el pensamiento liberal moderno, así como las facultades de obrar que la ley le reconoce desde la perspectiva de los derechos subjetivos, por lo que era relativa y quedaba asegurada aparentemente tras sus abstracciones.

Lo anterior, podemos decir, culmina hoy en el movimiento que busca la unidad de las ciencias, pues hoy la perspectiva científica no significa ciencias naturales; significa sociología, filosofía, economía, demografía, historia, política, o sea, el holismo en la práctica. Por tanto, termina en un procedimiento de investigación “metacientífico” requerido por las circunstancias históricas del mundo en que vivimos, en el que se asiste a profundas y vertiginosas alteraciones metodológicas.

De una mentalidad lineal, se pasa a otra circular, de interacción comunicativa-holística transversal a decir de Reale, que provoca los necesarios ajustes en la forma de concebir, interpretar y aplicar el fenómeno jurídico explicitando su relación con la realidad y sus fuentes materiales que dan contenido histórico de derecho, para liberarlo de su atemporalidad e inmaterialidad en que ha permanecido sumido. En la actualidad se necesita establecer otros objetivos y otras prioridades en consonancia con las nuevas realidades sociales, lo que explica la temporalidad del segmento jurídico, partiendo a su vez, de la realidad funcional del segmento legislativo, como legítimo y natural intérprete.

Y dicho segmento obra presionado por la realidad política del momento circunstancial, es decir, de la metacomunicación que gira alrededor de la relación, más que del contenido, pues como afirma Kaufmann, el derecho se encuentra constituido colectivamente a través de estructuras y relaciones personales. Es el caso, por citar algunos ejemplos, del aborto, la eutanasia, las drogas, donde se estudian las distintas implicaciones filosóficas, religiosas, éticas o jurídicas de los problemas vinculados a tan candentes y polémicos temas, que vienen produciendo la secularización como fenómeno sociocultural. Dicha secularización, a su vez, implica la ruptura del monopolio de la interpretación, como hermenéutica controlada, y freno a la producción de justicia, al evadir la relación dialéctica entre el derecho que es y el que debe ser, dada la correlación existente entre el orden social (ser) y el orden social propuesto (deber ser). Radica aquí la importancia y necesidad de examinar el contenido de la Constitución material en relación con las características esenciales de nuestro Estado democrático y social de Derecho y de Justicia.

Además, lo anterior implica apartarse necesariamente del paradigma establecido de la lógica tradicional pura como instrumento adecuado para tratar con las ideas intrínsecamente válidas como los axiomas lógicos, los principios matemáticos, etc., y para la aprehensión los hechos de la naturaleza física, esto es, la lógica físico-matemática, que no resulta de ningún modo adecuada para tratar la vida humana y sus problemas prácticos. Por consiguiente, la lógica tradicional, con la cual se escudó el monopolio tradicional de la interpretación, hoy no sirve para las necesidades jurídicas, entre las cuales figura la interpretación del derecho.

Este movimiento, de otra parte, va adquiriendo mayor difusión entre los juristas de avanzada, que van incorporando ciertos criterios filosóficos de actualidad y de técnicas de análisis semánticos capaces de involucrar su reconstrucción a partir de las nociones pragmáticas, semióticas y lógicas, y van dando origen en la mayoría de ellos a una más clara comprensión de las imperfecciones que presentan generalmente los sistemas jurídicos tradicionales.

Doctor Marco Antonio Medina Salas.

Magistrado Emérito del Tribunal Supremo de Justicia y Docente Universitario.

 

5 comentarios:

  1. Excelente! Recomiendo al Dr. Marco Antonio Medina Salas, reunir todos sus trabajos y artículos, y publicarlos en formato libro. Sería un gran aporte para la academia, y serviría de mucho apoyo para los estudiantes del derecho y abogados en general.

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    1. Excelente profesional dignó de admirar y aprender de el

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  2. Excelente! Recomiendo al autor reunir todos sus trabajos y artículos y publicarlos en formato de libro. Sería un gran aporte a la academia, y un apoyo para los estudiantes de derecho y abogados en general.

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  3. Maravillosas sus publicaciones! Son muy enriquecidas, son de gran ayuda en el campo de Derecho, lo podemos ver con una perspectiva más avanzada a muchos dinosaurios de la actualidad que suelen ver el derecho sin evolución, cuando cada día evolucionamos para enriquecer nuestros conocimientos. Felicidades

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