Ante el anuncio reiterado de la próxima apertura de los pasos fronterizos, entre Colombia y Venezuela a través de los puentes internacionales, hechos por el señor Fredy Bernal, comisionado por el gobierno central para esta misión; es necesario hacer ciertas precisiones a los fines de tener claridad sobre tal eventualidad.
En primer lugar, en fecha 19 de Mayo del año 2021 el
Gobierno nacional de Colombia, expidió la resolución número 0667, por medio de
la cual acordó la apertura de los pasos marítimos, terrestres y fluviales de
frontera con 4 estados limítrofes, incluida Venezuela.
En segundo lugar, esta resolución se dio a conocer
públicamente por el ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia mediante
comunicado de prensa.
En tercer lugar, esta decisión no fue comunicada a Venezuela
por vía diplomática como corresponde, por cuanto desde el mes de febrero del
año 2019, el Gobierno venezolano rompió relaciones diplomáticas y consulares
con Colombia, por lo que la decisión de abrir la frontera se tomó
unilateralmente en cuanto al lado colombiano, quedando pendiente que el
Gobierno venezolano, haga lo propio, teniendo en cuenta que, al día de hoy, la
resolución 0667, está en plena vigencia.
Ahora bien, si previo a esos anuncios, ya se habían tomado
las previsiones necesarias para la esperada apertura, habiéndose realizado innumerables reuniones
mixtas con la participación activa tanto de autoridades regionales y locales
del Norte de Santander y del Táchira,
así como los gremios, asociaciones y sectores relacionados, donde se acordaron
de mutuo acuerdo, todos los protocolos de bioseguridad y el dossier en materia
sanitaria y migratoria para garantizar una apertura segura para personas , bienes y mercancías, ¿por qué
el Gobierno venezolano no hizo lo propio con la parte que le corresponde? ¿por qué argumentó nuevos obstáculos y
trabas? ¿Para qué seguir manteniendo la zozobra e incertidumbre? ¿Eran
necesarias nuevas reuniones y pérdida de tiempo para acordar lo que ya se había
acordado?
La respuesta es sencilla: el señor Fredy Bernal, es la única
persona comisionada por el presidente para tomar tan importante decisión, y por
ser además candidato, aspirante a la gobernación del estado Táchira, tomó esta tarea,
asumiéndola como su principal bandera política, por lo que el día y hora de la
apertura de los puentes, sólo la decidirá él y solamente él.
Es así como el candidato, vende la idea de la redención
económica fronteriza y la recuperación para el deprimido y ruinoso eje
fronterizo San Antonio - Ureña.
¿Quién lo pensaría? Los responsables directos del estado
calamitoso de la zona de frontera, quienes trajeron todas las plagas malignas
que destruyeron empresas, comercio, industrias , intercambio comercial,
servicios públicos, cerraron el aeropuerto internacional , el Central Azucarero
, acabaron con la zona industrial de Ureña y pare de contar; ahora, sin ninguna
vergüenza ni arrepentimiento, anuncian que con la apertura de la frontera
aseguran que retornaremos a la prosperidad arrebatada por ellos; pero lo más
absurdo , impensable y hasta asqueante, es ver a representantes de esos
sectores arruinados apoyando con
servilismo rastrero a uno de los causantes de su ruina.
Empresarios, industriales y comerciantes, aduaneros,
transportistas, representantes de almacenadoras y agentes aduanales, formando
parte de la comparsa, aupando al supuesto salvador que previamente los condenó
para que ahora los saque, de penas y los lleve a descansar. Esto me recuerda el
caso de ciertas mujeres abusadas por un hombre maltratador que cuando,
temporalmente cesa o aminora su maltrato; ellas empiezan a pensar que las está
dejando de querer, pues se han acostumbrado tantos las golpizas que, llegan a
extrañarlas. Estamos a pocos días del esperado show político, cuando con bombos
y platillos se anuncie en acto público lleno de fanfarrias y bulla para las
graderías que gritarán a rabiar por el éxito alcanzado por la apertura, eso
será con la antelación suficiente al 21 de noviembre día de elecciones, para
capitalizar al máximo el logro del aspirante a gobernador quien se ufanará de
haberle cumplido al Táchira y Venezuela con semejante proeza que espera se
reviertan en votos a su favor.
Afortunadamente, el pueblo sabio guiado por la mano de Dios,
ese bendito día, dará su veredicto: ¡culpables!
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